Esta vez el Padre Daniel albarrán escribe un libro que tiene bastante contenido filosófico. Creo que el filosofo griego Heraclito tiene un buen escenario en este libro. Para Heraclito todo es movimiento y un fluir constante. Nada es eterno para Heraclito, por eso cuando abordamos este libro del Padre Daniel vamos a conseguir detalles de unos enfermos, un medico, una enfermera que tiene sus sentimientos, sus conductas y sus procederes en un constante movimiento de actitudes, todo es cambiante. Sin embargo, el autor profundiza la psicología de Martín Van Gogh. No deja de mencionar ciertos pensamientos de Van Gogh. Pensamientos que esta invadido por lo tridimensional del lugar, el espacio y el tiempo. Es bueno preguntarse que es el hombre sin el lugar, el espacio y el tiempo. Que es el hombre sin esto. Por ello, el autor de este trabajo actúa en la instantaniedad de las cosas.Sin embargo, a pesar de trabajar en esta dirección es evidente que hay un péndulo de va y viene en las acciones humanas o la conducta humana, porque en este trabajo se encuentran muchos detalles psicológicos y muchos detalles filosoficos. Ademas de esto el autor pone en tercera dimensión a Vang, porque Vang esta entre la locura y la porfiria. Pero en los extremos de la locura y la porfiria esta el propio Vangh quien se balancea entre las dos. Hay puro movimiento, y no hay eternidad en la cosas, ni los propios cuadros hacen detenimiento, tienen una gran lectura y una gran interpretación a sabiendas como fue la vida de Vang Gogh .
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