martes, 25 de enero de 2011

Leyendo Libros que Algo queda: El Esplendor de la Verdad de Juan Pablo II


Esta Carta Enciclica publicada en el año 1993, me llamo poderosamente la atencion. Mons. Miguel Deldgado Avila me propuso que me la leyera y la expusiera en una reunion de clero, pero no se pudo porque Mons. Miguel Delgado habia comenzado a enfermarse, y por tal motivo no pude expresar en sistensis el contenido de la Carta Enciclica, es evidente que esta Carta gira en torno a la moral. Una moral que se sustenta desde el mismo Jesus, pero una moral que hoy en la sociedad debe abarcar todos los ambitos. Ambitos personales, ambitos familiares, ambitos sociales, ambitos culturales, ambitos polticos y ambitos donde se quiera transgredir la moral para dar pasos a cuestiones que denigran la dignidad de la presona. Es evidente que la Enciclica esta sustentada biblicamente, es decir, desde la palabra revelada. Una cosa que me llamo la atencion es cuando dice que la conciencia es Sagrario de Dios; mientras que en otros tiempos se llamaba: la conciencia es la voz de Dios.Aborda la tematica de la libertad y La ley, de la conciencia y la verdad; la eleccion fundamental y los comportamientos concretos, de los actos morales, el bien moral para la vida y la iglesia y del mundo; la Gracia y la obediencia a la ley de Dios., La moral y la nueva evangelizacion ; y el trabjo que deben hacer los teologo moralistas. Es una Enciclica que responde a unos desafios de la humanidad cuando los valores morales cada dia estan siendo vulnerados y el Papa a traves de esta enciclica recurriendo al Espiritu Santo trata en lo posible de corregir y acentuar una concretez sobre los valores morales y asi concretar lo que piensa Jesus sobre los valores morales; y al mismo tiempo impulsarlos a traves de Iglesia en cada comunidad,, en cada persona. Es Evidente que existe el libre alberdrio desde el genesis, pero tambien pone el ejemplo del joven rico quien habia cumplido con todos los mandamientos pero le faltaba una cosa: desprederse de los bienes materiales. De alguna manera no basta con cumplir los mandamientos si en el fondo esta fallando el desprendimiento o la caridad. Por eso define una claridad en cuanto al comportamiento del hombre quien puede tener el libre alberdrio pero necesita de la ley de Dios que normaliza sus situaciones frente a Dios y los hombres.

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