En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que secumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de laespada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosaespera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Hay una gran profecía sobre este escenario que plantea como un profecía. Es evidente que este Evangelio fue escrito años posteriores, y que de alguna manera se supo mas sobre el caso particular. este episodio de la destrucción de Jerusalén lo plantea el papa Benedicto VI en su segundo libro sobre Jesús de Nazaret. Ante esto dice el Papa, no era solamente una guerra de los judíos contra los romanos, sino una guerra entre rivales judíos bajo la guía de sus cabecillas. Nos dicen- dice el papa_ ya antes de comenzar el asedio de Jerusalén, los cristianos se habían refugiado en la región del este del Jordán, en la Ciudad de pella. de hecho el templo y la ciudad fue asediada. Y en todo caso, la fuga de los judeocristianos demusetraq una vez mas con toda evidencia el "no" de los cristianos a la interpretación zelote del mensaje bíblico y de la figura de Jesus: su esperanza es de naturaleza diferente. Significa todo esto que el templo físico, y la ciudad física fue superada por Jesús, ya Jesús con esto es el rey del templo, y el templo no es de piedra, sino de carne y hueso y que ese templo esta en cada uno de nosotros.
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