viernes, 13 de enero de 2012

Reflexion del Evangelio de Hoy por Padre Matute


Evangelio

† Lectura del santo Evangelio

según san Marcos (2, 1-12)

Gloria a ti, Señor.

Cuando Jesús volvió a Cafarnaúm, corrió la voz de que estaba en casa, y muy pronto se aglomeró tanta gente, que ya no había sitio frente a la puerta. Mientras él enseñaba su doctrina, le quisieron presentar a un paralítico, que iban cargando entre cuatro. Pero como no podían acercarse a Jesús por la cantidad de gente, quitaron parte del techo, encima de donde estaba Jesús, y por el agujero bajaron al enfermo en una camilla.

Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, le dijo al paralítico:

“Hijo, tus pecados te quedan perdonados”. Algunos escribas que estaban allí sentados comenzaron a pensar:

“¿Por qué habla éste así? Eso es una blasfemia. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?”

Conociendo Jesús lo que estaban pensando, les dijo: “¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o decirle: ‘Levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa?’

Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados —le dijo al paralítico—: Yo te lo mando: levántate, recoge tu camilla y vete a tu casa”.

El hombre se levantó inmediatamente, recogió su camilla y salió de allí a la vista de todos, que se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: “¡Nunca habíamos visto cosa igual!”

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Jesus estando en la casa prestada , que le ofrecio Pedro en Cafarnaun, seguía en su misión de curación de todo tipo de enfermedades. Observamos en este episodio bíblico que le han llevado un enfermo, pero como no podían pasarlo por el frente de la casa porque las puertas estaban repletas de gente, la gente comenzó a subir con una escalara hasta el techo de la casa, y en el techo hicieron una abertura para poder bajar el paralitico en la dirección que estaba Jesus y lograron colocárselo en la frente. En este sentido domino la fe de aquellos hombre que no les importo romper la casa. por salvar a su familiar. Jesus vio en esta gente una gran fe. Lo escribas incómodos por esta acción comenzaron a criticar a Jesus, pero Jesus increpo sus actitudes y sus prodecedres: tus pecados son perdonados y su cuerpo sanado. A veces los pecados son tan profundos que enferman al cuerpo, por eso hay que arrepentirse de los pecados para poder tener sano el alma y el cuerpo. Y esto fue lo que hizo Jesus con aquel paralitico, sanarle el cuerpo y sanarle el alma.

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